Aprender a morder y masticar es una etapa crucial en el desarrollo de la alimentación infantil. A los 5 o 6 meses de edad, los bebés comienzan a usar sus dedos para la exploración oral. A partir de este punto, el desarrollo del mordisco y la masticación continúa, mientras el niño precisa los movimientos de su mandíbula, lengua y labios. Cuando al bebé le falta parte de este proceso, puede ser necesario intervenir para desarrollar su capacidad de morder y masticar.
1. Como primer paso, dale al niño la oportunidad de poner en su boca herramientas de masticación oral (Ark Grabber , Y-Chew , Probe y cabezales de animales Z-Vibe). Estas herramientas han sido diseñadas específicamente para aumentar la conciencia oral, proporcionar estimulación y sensación táctil, y ejercitar los labios, las mejillas, la lengua y la mandíbula. A través de la exploración oral, el niño podrá empezar a morder por sí mismo y desde allí podrá pasar a la masticación.
2. Mostrar cómo morder para que el niño pueda ver y aprender lo que la palabra realmente significa. Conocer el vocabulario es una parte importante de la terapia porque anima al niño a morder y masticar. También se puede exagerar el movimiento para ayudar a comunicar este concepto, e incluso utilizar la comida para ilustrarlo y mostrarlo. ¿Qué tal si usamos la marioneta parlante para ilustrar la mordida (y luego la masticación)? El niño se turnará para alimentar a la marioneta para aprender de forma divertida y juguetona, exagerando el sonido de la mordedura y la deglución.
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